Estados Unidos, Reino Unido y Australia anunciaron «Aukus», un pacto especial de seguridad para compartir tecnología avanzada de defensa, incluida la necesaria para la fabricación de submarinos de propulsión nuclear para la flota de Camberra, algo que afecta en primer lugar a Francia y que a la vez, desató la ira de China.
Aukus (del acrónimo en inglés de Australia, Reino Unido y Estados Unidos) buscará «defender los intereses compartidos en el Indo-Pacífico», afirmaron Scott Morrison, Boris Johnson, y Joe Biden, los primeros ministros australiano y británico, y el presidente estadounidense respectivamente, mediante una videoconferencia.
El nuevo pacto marca el final de un acuerdo de Australia con Francia para fabricar submarinos de diseño francés.
Francia ganó un contrato de 50.000 millones de dólares australianos para construir 12 submarinos para la Armada australiana en 2016. Se trató del mayor contrato de defensa en la historia de Australia.
Pero el acuerdo se encontró con muchos obstáculos, sobre todo porque Canberra requería que muchos de los componentes fueran de producción local.
Por otro lado, aunque los funcionarios británicos aseguran que este anuncio no es la respuesta a ningún país en concreto, el Gobierno sí dice que se trata «de asegurar la prosperidad, la seguridad y la estabilidad en la región y apoyar un orden pacífico, basado en las reglas».
Desde Washington, un portavoz de la embajada de China, Liu Pengyu, se mostró contrariado por el acuerdo y afirmó que los países «no deben construir bloques excluyentes que apunten a o perjudiquen los intereses de terceros. Amenazan con dañar gravemente la paz regional e intensificar la carrera armamentística».
«En particular, deberían desprenderse de su mentalidad de Guerra Fría y de sus prejuicios ideológicos», agregó.
Y no es ningún secreto que Reino Unido, Australia y Estados Unidos comparten la preocupación por el fortalecimiento de los medios militares de China en la región indo-pacífica.
En tal sentido, los líderes de Aukus -en el mismo comunicado- afirmaron: «Nos comprometemos con la ambición compartida de apoyar a Australia para adquirir submarinos de propulsión nuclear”,
La consecución de ese objetivo «promovería la estabilidad en el Indo-Pacífico» y los submarinos se desplegarían «en apoyo de los valores e intereses compartidos», de Estados Unidos, Australia y Reino Unido, según el comunicado.
Los líderes enfatizaron que el objetivo es «poner los medios australianos en servicio lo antes que sea posible» y añadieron que Australia «sigue comprometida con el cumplimiento de todas sus obligaciones como un estado sin armas nucleares».
No obstante, enfatizaron que Australia no dispondrá de armas nucleares, sino que esos submarinos estarán «convencionalmente armados», pero «potenciados por reactores nucleares», finalizaron.